“¡Hola
chicos!”, así fue también como recibí a mis alumnos de 4º Primaria entrando a
clase, todos llegaban con rostro de felicidad al ser el primer día. Como
cualquier profesora, lo primero que hice fue presentarme, con un poco de
nervios aunque rápidamente cogí confianza, decidí darme a conocer haciendo un
cuento de mi propia historia por el colegio. Así comienza... “ Recuerdo mi etapa en el colegio como algo necesario, les dije, algo de lo que
hoy en día he aprendido. En la etapa
de infantil, con tres años como todos los niños empecé la escuela, teniendo
antes unos años que pasar por la guardería. Empecé en un colegio distinto al
que continué y finalmente terminé. En infantil mis recuerdos son alegres,
divertidos, ya que no paras de jugar, y de aprender jugando. Esta etapa la
despedí con un ramo de besos que recibí de mis compañeros.
Terminé infantil, y empecé una nueva etapa, ¡Primaria!, un poco más mayor, en
un colegio nuevo... Donde las decisiones importantes se resolvían con un
“pinto, pinto, gorgorito” o donde las complicaciones se frenaban con un “ No
vale, es trampa”, pero pese a eso había que estudiar y trabajar más que antes. Durante esta etapa que
duró seis años, me encontré a dos profesoras maravillosas, alegres, divertidas, con ganas en todo
lo que querían realizar, atentas, que confiaban en mi y transmitían esa
confianza y apoyo en todo momento, cosa que me resultaba importante
debido a mis inseguridades académicas. Poco a poco, guardaba buenos y no
tan buenos valores que estos profesores me iban enseñando."
- ¡Profe! Continúa- Me dijeron. En este momento me quedé pensando... Profe, profe... repetía varias veces me han llamado profe, palabra que me halagó tanto que me dio mas ganas de continuar con esta historia.
“Tras seis años en primaria, y con más dificultades, profesores nuevos, con un
poco más de responsabilidades y mas que estudiar, llegó la ESO, Educación
Secundaria Obligatoria. Estos años no fueron como mi etapa en Primaria, había
crecido y conmigo lo habían hecho la materia de las asignaturas. Estos años
fueron más difíciles, creo que también me influyó la llamada “Edad del pavo”
que nos hacía más rebeldes. En esta etapa también hubo cosas buenas donde mi
clase y yo nos formamos como familia."
“Tras seis años en primaria, y con más dificultades, profesores nuevos, con un
poco más de responsabilidades y mas que estudiar, llegó la ESO, Educación
Secundaria Obligatoria. Estos años no fueron como mi etapa en Primaria, había
crecido y conmigo lo habían hecho la materia de las asignaturas. Estos años
fueron más difíciles, creo que también me influyó la llamada “Edad del pavo”
que nos hacía más rebeldes. En esta etapa también hubo cosas buenas donde mi
clase y yo nos formamos como familia."
- Chicos, ya queda poco, ¿Queréis que continúe?- Dije esperando un sí
como respuesta...
- Sí,
continúa- Dijeron en alto a desorden
“Más
tarde, con un poco más de estrés, fue finalmente donde luché por mi objetivo.
Llego bachillerato, cargado de exámenes, donde me formé académicamente para la
preparación de selectividad, una prueba que accede a lo que en un futuro
quieres ser. Aquí conocí a mis profesores realmente, donde tengo que resaltar
una figura que fue importante y de gran apoyo para mí, mi tutor de 2º
Bachillerato, cercano, crítico, atento, implicado, sincero y sorprendente, pero
lo más importante fue que me enseño a ser realista y a luchar por lo que
realmente quería.
Empecé un
camino lleno de ilusiones, que inicie en ESCUNI, donde finalicé mis estudios
formándome como maestra, y que hoy en día empiezo a dar mis clases, llena de
ilusión, con el objetivo de ser una buena maestra, que consiga que los niños
aprendan, y que yo aprenda de ellos, hacer que su saber sea mucho mayor,
dándoles cariño, apoyo y transmitiendo todos los buenos valores que aprendí de
mis profesores anteriormente. Finalmente por lo que quise luchar, lo conseguí,
gracias también al apoyo de mi familia y profesores, a quienes dedico esto. ”