"Cinco panes de cebada", su escritora Lucía Baquedano, escritora española procedente de Navarra (Pamplona) lugar del que hace referencia en numerosas ocasiones. No se ha convertido en una autora de las que tienen más o menos éxito, sino en alguien que disfruta escribiendo y asume el éxito sin mayor importancia. Fue publicada en 1981, con ella ha recibido numerosos galardones.
Respecto al contenido de la obra, trata las experiencias de una muchacha llamada Muriel, protagonista de esta historia, que ha recibido numerosas felicitaciones. La enviaron a un entorno rural, un pueblo llamado Beirechea, soñando con que se encontraría con una escuela moderna, pero desgraciadamente en ese momento pensó que no, fue todo lo contrario, la gente era cerrada y nada simpática, y eso tampoco ayudaba. A la mañana siguiente todo cambió, y con ello también lo hizo la gente del pueblo.
Rápidamente se puso a preparar las clases, y con esa rapidez que ella se dio para prepararlas llegó el curso con ilusión. Llegaban las vacaciones, pero Muriel había cogido cariño a sus alumnos y alumnas y no quería irse de allí. En Semana Santa tuvo que abandonar Beirechea para irse a Pamplona con su familia, donde se dio cuenta de que todo había cambiado o incluso había cambiado ella, no se sabía, pero todo lo encontraba extraño por que no tenía nada que hacer, así que se dispuso a ir completando su biblioteca, en ir cogiendo más libros. Con ellas llegaron más vacaciones como fueron las de verano, y lo dedicó para lo mismo que Semana Santa, pero las vacaciones de verano las acortó para cambiar la escuela, pintarla, decorarla, animarla... y así fue.
Había cogido tanto cariño a sus alumnos que pensó en no irse jamás de allí, quería ser una maestra de pueblo respondió a su hermana Sylvia que vino para hacerla una visita, y decirla que había encontrado un trabajo mejor para ella.
Tenía algunos días buenos y otros peores. Conoce a Javier Arive mucho antes y a partir de ahí comienzan sus encuentros, ayuda a Muriel para convencer al padre de Teresa, al Sr. Iparraguirre, de que su hija tenía capacidades para continuar sus estudios en Pamplona, finalmente con dificultades lo consiguen.
Muriel sigue encontrándose con Javier, finalmente deciden casarse, y no abandonar Beirechea, quienes también consiguen mejorar la situación agrícola del pueblo.
Finalmente y para terminar, me remito a la última página de la obra donde dice "La Viña, abonada y bien preparada, nos esperaba, por que íbamos a sembrarla por primera vez y lo haríamos los dos juntos, y a voleo. Sembraríamos cebada con nuestras manos. Sí, cebada, porque de cebada eran los cinco panes que Cristo multiplicó y queríamos que esa tierra nos recordara siempre que todos tenemos algo que podemos dar, aunque ese algo sea tan sólo unos insignificantes panes de cebada.."
He de decir, que me cuesta mucho leer, la lectura me tiene que llamar la atención, pero esta lectura me ha parecido bonita, de fácil comprensión y por ende su lectura, es una lectura emotiva, ya que creo que siempre la tendré en cuenta en mi camino como maestra, por que la ilusión que pone Muriel, día a día sin "desanimarse", es increíble. Respecto a este comentario tengo que señalar el siguiente pasaje referente a la obra:
"-¿Por qué no dejas esto?- me dijo-. Perderás aquí lo mejor de tu vida y todo seguirá igual. Tus chicos no estudiarán. Seguirán tan mezquinos como sus padres, creyendo ver en cada persona que quiera enseñarles a vivir mejor que alguien que pretende aprovecharse de ellos. Y si alguno llega a estudiar no será para quedarse aquí, sino para irse a la ciudad.¿ Cuántos padres crees que ven a sus hijos una clara inclinación al campo...?"(Página 150, capítulo 14)
Pues bien, en este fragmento de la obra Javier, le propone a Muriel irse de Beirechea, pero ella se niega, quiere intentarlo, y no lo hará con intención de alejarlos del pueblo, sino con la esperanza de que hagan lo que ellos quieran, en el pueblo o en la ciudad.
Es un libro bastante realista, respecto a los problemas de algunos niños que trata la novela. Hay muchos aspectos que comentar y que he señalado, pero sin duda para mí lo ha sido el empeño y confianza que pone Muriel en aquellos chicos, en el esfuerzo que pone no sólo con sus alumnos sino también con sus padres, con la brillante idea de los libros, de crear una biblioteca, que más tarde hizo también de adultos. Desde donde con esta innovación creó que los escolanos tuvieran interés por leer, dejando sin contar el final para que ellos mismos lo consultaran.
Otro aspecto a comentar es la ilusión, vinculada al empeño, la ilusión que pone Muriel, pese a todos los obstáculos que se va encontrando, así como por ejemplo cuando llega al pueblo y ve el estado de la escuela que más tarde mejora con un poco de pintura y con la ayuda de Javier, otra figura a destacar es el cura José Mari, que ayuda a Muriel y la da ganas de continuar en Beirechea.
Creo que las cualidades que debe reunir una maestro/a, primero es conocer a sus alumnos como Muriel conocía sus escolanos, cualidades como el empeño, confianza, cercanía, atenta, entrega, creatividad, motivador, innovador... son otras de las cualidades que debería tener un buen maestro/a como Muriel.
Referencia bibliográfica:
Baquedano, L. (1981). Cinco panes de cebada. Madrid: Colección Gran Angular.